AUTOR DEL BLOG DE LA UNIVERSIDAD DE DOGOMKA

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El cielo me ha fascinado desde que tuve uso de razón. A los 13 años de edad realicé un trabajo acerca del Sistema Solar en la escuela y gané un premio junto con mis compañeros Juan, Eugenio, Fernando y Modesto, mi tía Paqui me obsequió con mi primer libro de astronomía, escrito por José Comás Solá, estudiando este libro, nace mi vocación por la astronomía. Cada noche salía al campo para identificar y conocer las estrellas, solía llevar conmigo unos binoculares y pasaba largas horas viendo el firmamento. Mi madre me regaló mi primer telescopio. Me formé como matemático y estudié complementos de astronomía posicional y astrofísica teórica, colaboré escribiendo artículos tanto en inglés como en español para tres revistas: «Sky and Telescope» (EE.UU.); «The Astronomer» (R.U.) y «Tribuna de Astronomía» (España) entre 1982 y 1988. Actualmente tengo 60 años y estoy estudiando un posgrado sobre Historia de la Ciencia y la Tecnología, Filosofía de la Ciencia y Lógica en la UNED, estoy prejubilado.

martes, 31 de julio de 2012


¿Entidades malignas o resistencia a la expansión del Universo?
Por Uriel (Luis José Urpín Maita)

¿Existe el mal como un ser o entidad?

 ¿Es el diablo o los demonios, seres creados por nuestra mente para tener a alguien a quien culpar de nuestros propios males?

 ¿Se manifiesta una potencia maligna a partir de malos pensamientos enfocados de forma colectiva?


   No hay excusas, pues lo hemos visto y oído miles de veces, comenzamos un proyecto o plan y antes que pueda realizarse, se han desatado -en nuestra mente- una serie de pensamientos destinados a sabotear cualquier intento   de culminar exitosamente, a pesar que en muchas ocasiones hemos visto suceder frente a nosotros lo que hemos “solicitado” a través de la oración religiosa o en la fe esperanzada. Hemos pedido y hemos recibido, hemos buscado y hemos recibido respuestas, aun así, mas son las cosas que nosotros mismos retrasamos, si miramos atrás solo lo hacemos para ver en qué fallamos, en qué nos fue mal, nos acostumbramos a repetir aseveraciones que preparan nuestro planificado fracaso, tales como: "¡será difícil"!, "lo intentaré, pero... no es seguro"  "me siento mal, me espera un día duro" y un largo etcétera para a continuación culpamos al entorno, rememoramos una y otra vez malos momentos que muchísimas veces son insignificantes, pero que hemos amplificado en nuestra mente y lo potenciamos hasta hacerlos tan específicos, tan esquemáticos que son “auténticos” demonios, enfermedades, reales, porque nos afectan. Y si esos malos momentos fueron “realmente” grandes, aunque hayamos sobrevivido, sanos y salvos, aunque lo hayamos superado con éxito, nunca decimos: afortunadamente me recuperé, más bien decimos: fue realmente fatal, sucedió a tal hora, en tal lugar…. Enfatizando, detallando, intoxicando todo lo que nos rodea. Pero, ¿existe una entidad espiritual detrás del mal?  ¿Hay un ser maligno promoviendo el mal? Y la respuesta la encontramos en las enseñanzas de aquel gran maestro.

   Por la mañana, al volver Jesús a la ciudad tuvo hambre. Y viendo una higuera al lado del camino, a ella se aproximó, y no encontró en ella sino hojas; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti frutos, en el mismo instante se secó la higuera. Y viendo esto sus discípulos se maravillaron y le preguntaron: ¿Cómo es qué repentinamente se secó la higuera? Les respondió Jesús: En verdad os digo que si tuvieses fe y no dudaras, harías, no sólo lo que he hecho a la higuera, sino hasta dejar desierto el monte: levántate y lánzate al mar, y esto será hecho; y todo lo que, con fe pidáis en vuestras oraciones, habréis de recibir.


(Mateo, 21, 18-22 – Lucas , 13, 6-9)


            Aquí podemos observar cómo el mismo maestro nos enseña que el mal es sólo una intención firme, y aunque en esta oportunidad la intención fue “mala” y secó a la higuera antes que hacerla florecer y dar fruto, igual  pone de manifiesto que el “mal” como tal es solo una actitud, que no proviene de un ser maligno, sino de un ser con un lado bueno y un lado malo usando su libertad de crear a partir de sus pensamientos.
  
         ¿Y que hay de esos endemoniados que encontramos en las religiones? ¿Son acaso las posesiones algo real?

        La verdad que si están poseídos, pero no por un ente del mal, sino por un pensamiento fijo, en el que la persona se convence por repetición de las imágenes que permite su mente, formándose una personalidad alternativa, no es de extrañarse que la mayoría de los “posesos” presenten síntomas esquizofrénicos, paranoides y de personalidad múltiple, así como también enfermedades relacionadas con el sistema nervioso central.

    ¿Aun así, puede la mente albergar algún tipo de entidad? La respuesta es si. Pero los verdaderos entes, a los que muy pocos están acostumbrados,  son de origen PSíQUICO, donde la persona no es “invadida”, sino que la misma mente escala paso a paso a niveles de sincronía mas y mas  armónica a la expansión del Universo, reuniéndose así con psiques de similar vibración, siendo siempre guiados por el psique del colectivo que esté mas armónico.

           
           

           

lunes, 23 de julio de 2012

Una visión diferente de la espiritualidad

por Urielis Stellarum 

Lunes 23 de Julio de 2012


        Siempre se nos habló de la espiritualidad como algo basado en una visión humana e incluso quijotesca, llena de cosas de aquí y allá, creencias y dichos indiscutibles e incomprobables, en conclusión: es como algo mecánico.

     Desde mi experiencia como estudiante de metafísica, de maestros actuales en el Zen moderno, así como los autores clásicos (Sócrates, Platón, Aristóteles), he podido comprobar el descuido del pensamiento así como la visualización en la oración en los rituales religiosos.

       Una presentación correcta de una oración no puede ser una mezcla de conformismo y duda con sólo una pizca de fe. En nuestro diario devenir, dudamos entre la confianza y la duda en un extraño zigzag de incertidumbres, o peor aún, programando a través de nuestro pensamiento, aun sabiendo con firme certeza que “somos lo que pensamos”.

       Si volvemos la mirada hacia nuestro pasado notaremos que aquello que hemos alcanzado, malo o bueno, ha sido consecuencia de un pensamiento que ha estado por mucho tiempo en nuestra mente. 

 

     Un ejemplo sería el lenguaje: hemos querido aprender griego, lo primero que ha sucedido es el “pensamiento de deseo, de querer”, la respuesta a nuestro pensamiento ha sido la presentación ante nuestros ojos de la oportunidad de estudiarlo, pero aún así, ha quedado ante nosotros la acción que dará forma definitiva a nuestro logro, lo que en la antigüedad fue llamado “fiat”, “amen”, “permitir”, “allow”, “hágase”, etc. NO ES SOLO UNA PALABRA, es una poderosa acción, acción de pensamiento, pero lamentablemente, la mayoría de las religiones nos enseñan “pensamientos obedientes y resignados”.

             Uno de los secretos mejor guardados en los textos espirituales mas antiguos ha sido siempre el poder del “hágase”, se nos cerro durante mucho tiempo este conocimiento, el “poder del pensar”, mas allá de la causa y el efecto, mas allá del encadenado y servil “ora et labora”, está el poder de la visualización: tu visión decide cómo estás respecto a tu entorno, en armonía o en desarmonía, aunque la frase “tu visión” parece ser muy subjetiva, tu respuesta al entorno “decide” si tienes control sobre tu realidad o contrariamente si el entorno tiene poder sobre ti. Ya se nos enseño en el pasado el poder de la visualización:

             “La lámpara del cuerpo es el ojo; pues si tu ojo está sano, también todo tu cuerpo será resplandeciente; pero si esta enfermo, también tu cuerpo será tenebroso.”

(Lucas 11:35)

 

       Si sustituimos la palabra “sano” por “positivo u optimista” y la palabra “enfermo” por “negativo o pesimista” entenderemos que nada es completamente negativo ni  positivo, y que el buen visualizador es aquel capaz de “acoplarse” a la parte positiva  de lo que se “muestra” para materializar realizando su deseo.

 

    Es imposible “no crear” desde este sentido, vamos transitando rutas que plasmamos guiados por nuestros pensamientos en nuestro cerebro, somos absolutamente responsables de lo tarde o temprano que alcanzamos nuestras metas, somos escritores de nuestro guión y también actores inconscientes de él, entonces queda claro que el tren de nuestra mente nos llevará por la ruta de nuestro pensamiento hasta la estación que elijamos imaginar.