AUTOR DEL BLOG DE LA UNIVERSIDAD DE DOGOMKA

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El cielo me ha fascinado desde que tuve uso de razón. A los 13 años de edad realicé un trabajo acerca del Sistema Solar en la escuela y gané un premio junto con mis compañeros Juan, Eugenio, Fernando y Modesto, mi tía Paqui me obsequió con mi primer libro de astronomía, escrito por José Comás Solá, estudiando este libro, nace mi vocación por la astronomía. Cada noche salía al campo para identificar y conocer las estrellas, solía llevar conmigo unos binoculares y pasaba largas horas viendo el firmamento. Mi madre me regaló mi primer telescopio. Me formé como matemático y estudié complementos de astronomía posicional y astrofísica teórica, colaboré escribiendo artículos tanto en inglés como en español para tres revistas: «Sky and Telescope» (EE.UU.); «The Astronomer» (R.U.) y «Tribuna de Astronomía» (España) entre 1982 y 1988. Actualmente tengo 60 años y estoy estudiando un posgrado sobre Historia de la Ciencia y la Tecnología, Filosofía de la Ciencia y Lógica en la UNED, estoy prejubilado.

martes, 14 de julio de 2009

La vida es fascinante

Qué hermosa sensación tengo! Creo que estoy empezando a recobrar la ilusión por vivir, ahora estoy aprendiendo mucho sobre Microbiología, Bioquímica, Inmunología y Virología, me inicié en estos estudios cuando descubrí que mi hija Angie había sido infectada por un citomegalovirus al nacer que la he dejado dicapacitada de por vida. Compartí muchas horas de estudio en la facultad de Medicina de la Universidad de Málaga, intentando buscar respuestas a algo que no las tiene, pues mi hija tenía lo que tenía y hoy por hoy, con 12 años que tiene, aún no se sabe qué consecuencias tendrá en su futuro.
Ahora tiene una discapacidad del 83 %, de carácter mental.
El citomegalovirus es un virus que ataca directamente a las células nerviosas, principalmente de la corteza medular y espinal.
Angie forma parte de ese grupo de agraciados, inferior al 10 %, que no están enclaustrados en una silla de ruedas y sin apenas movilidad, o que incluso, quedando sordos o ciegos, o lesionados de riñones, pulmón, corazón, muy probablemente hubiese muerto en los primeros años de su vida.
Pero ahí está, hecha una mujer, preciosa, siente, piensa, comprende... En su limitación. Angie vive en un mundo al que a mi me gustaría pertenecer donde todos somos familia.
No encontré ninguna respuesta en mis horas de intenso estudio, salvo que tanto fue lo que leí que me sirvió de consuelo comprobar que a mi hija no le ha ido tan mal.
Pensé que Dios, al que siempre he dedicado mis pensamientos, había decidido abandonarme.
Comprendí que era inevitable que Dios no podía ser tan malvado, en consecuencia, llegué a la conclusión de la inexistencia de Dios.
Han pasado 12 años, aunque no soy un experto en la materia, mis caminos del conocimiento me han llevado siempre por la vereda del caudaloso río de la ciencia.
Y el círculo se cierra, pues estoy tan fascinado por cuanto he aprendido en estos años, que he recobrado la ilusión por vivir, pues la vida es maravillosa y merece bien la pena ser vivida.
El círculo se ha cerrado y he llegado a maravillarme tanto de lo que he estudiado, de lo que he aprendido, de las cosas que en mi mente han surgido, que ha sido por mi parte inevitable, ver un guiño por parte del creador, y he llegado nuevamente a la conclusión de que Dios existe y está en nosotros.
Gracias, Padre, por hacerme sentir como a un supergigante, cuando en la misa del pasado domingo, canté el Kyrie y la misa en el coro de la iglesia del Corpus Christi, me liberé con mi canto, mi sencillo canto, mi oración no llevaba un compromiso de acuse de recibo, oré y canté porque me apetecía, porque lo necesitaba, y con ello... me liberé de esta pesada carga que tenía.
Me he dado cuenta que la vida latente está situada en el reino de las procariotas. Que las bacterias están dotadas de todos los medios de adaptación a cualquier condición para crear vida, por extrañas que nos parezca. La vida puede surgir en cualquier lugar del universo, es más, la vida, transforma el medio en el que se halla.
Hay gente pa tó!!! Pues eso, las bacterias están ahí a la espera de que surja un cambio del medio que haga peligrar a otros reinos de la vida, para volver a hacer surgir una nueva vida.
Las procariotas, por simbiosis y otras situaciones de largo alcance que aún no han sido descubiertas, crean las eucariotas, y de ahí a la vida superior, mediante los organismos pluricelulares.
Lo mismo que existen bacterias termófilas que resisten temperaturas superiores a los 1.500º K, viven en condiciones extremas de presión y temperatura en las fosas y nichos entre las placas tectónicas más activas del planeta, hay bacterias en el hielo, en todas partes...
La vida es omnipresente en un mundo como el nuestro...
Las eucariotas, son células con núcleo diferenciado y orgánulos, existen de dos clases fundamentales: células animales y células vegetales.
Orgánulos que se encargan de realizar procesos metabólicos específicos y necesarios para la célula, como puede ser la MITOCONDRIA, resulta poseer una cadena anular de ADN propia, luego es evidente que en un remoto pasado, las mitocondrias eran organismos procariotes que mediante infección de una eucariota, produjo descendencia cruzada y simbiótica en un nuevo tipo de organismo eucariota.
Si las condiciones del planeta cambiasen y desapareciese casi toda la vida superior, nuevamente el mundo bacteriano bien podría producir nuevas células adaptadas a la circunstancia del medio actual que mediante selección natural llegasen a formar nuevas especies biológicas, totalmente diferentes a las que se conocen.
Luego, también me he dado cuenta, lo muy animales que somos. No somos tan especiales como creemos, somos parientes de un perro, una ballena o un cerdo, y nos creemos especiales.
La única ventaja que tuvimos en un remoto pasado es que dejamos de ser arbóreos para pasar a la tierra moviéndonos a cuatro y dos patas, hasta que cambiado el diseño oseo de nuestro cuerpo, caminando erguidos, hemos podido despertar nuestros sentidos al contemplar el mundo, a nuestro nivel, bajo nuestro nivel y por encima de nuestro nivel. Me explico: Si somos lombrices que nos arrastramos por el suelo, nuestro nivel es edáfico, nuestros sentidos se adaptan al suelo e incluso a lo subterráneo. Si somos arbóreos, no cobramos conciencia ni quietud necesarias para contemplar lo que sucede en el suelo o en el aire. Ser bípedos nos da la dimensión total, de contemplar desde el suelo hasta el cielo.
A partir de ahí, las manos, nuestras manos se transformaron en la mejor herramienta que jamás hemos tenido (Homo habilis) y eso nos ha diferenciado definitivamente de los demás animales, ya que hemos creado, inventado y tecnificado nuestra existencia.
Pero no somos nada, creedme, somos como hormiguitas en un pequeño planeta que en cualquier mometo, desaparecemos de la faz y como si nada... Y de eso, no somos conscientes!
La cuestión es que Dios no siente ninguna predilección por la raza humana ya que no le garantiza su persistencia eterna, de hecho el universo tiene fecha de caducidad.
Existe un equilibrio muy delicado en nuestro maravilloso mundo.
Estudiando el ciclo del Carbono, prácticamente en los procesos biogeoquímicos del carbono, la humanidad interviene en manera bien escasa, casi un 1 % del total, sin embargo, ese uno por ciento ESTÁ DE MÁS. Porque la combustión de derivados del petróleo, maderas y carbón genera CO2, CH4 y otros gases de efecto invernadero suficientes para cargarse el clima del planeta y dar al traste con el sistema biológico planetario, y además, en un tiempo récord, quizá menos de 200 años sean suficientes para hacer desaparecer a la humanidad del planeta, y arruinarlo prácticamente para los próximos 75.000 años.
Es decir, el sistema biológico global NO SOPORTA NUESTRA ACTIVIDAD, luego ESTAMOS SOBRANDO.
Una de las cosas que deberíamos de hacer en este siglo XXI y de forma inmediata:
1. Dejar de reproducirnos
2. Llevar bosques de árboles y vegetales por todo el planeta
3. Cuidar las reservas de agua dulce
4. Dejar de usar combustibles derivados del carbón y el petróleo.
5. Eliminar las basuras mediante reciclado y reutilización.
6. Romper definitivamente con el sistema capitalista y buscar un sistema económico socialista responsable y sostenible a nivel mundial.
7. Desaparición de naciones y nacionalidad: La humanidad es un solo pueblo
8. Fín de las guerras y contiendas
9. Era del conocimiento, la investigación y el desarrollo científicos y técnicos
10. Simplicar nuestras necesidades, compartir el planeta con el resto de los seres vivos.
11. No comer carne, dejar de criar ganado, liberar a los animales, ni sacrificarlos ni torturarlos.
12. Si a la justicia y a la verdad
13. Nuevos paradigmas que engrandezcan al ser humano. Revolución espiritual.
14. Compartir, todo es de todos, todos tenemos derechos, pero también, obligaciones.
15. Una política totalmente democrática, participativa, popular y de asamblea. Desaparición de organizaciones políticos y sindicales.
16. Ningún humano con poder, no hay clases sociales ni privilegios ni distinciones.
17. Reparar el planeta y los lugares donde hemos hecho daño
18. Limpiar la atmósfera, el suelo, el mar... Aunque tardemos miles de años.
19. Sentirnos queridos por nosotros mismos y por los demás, querer por encima de todo.
20. El único valor es la sencillez, la hermandad, el amor y la armonía.
¿Utopía? ¿Por qué es una utopía la revolución lógica?
Estos son veinte puntos de un sistema de principios lógicos necesarios para que la humanidad pueda sobrevivir a la gran crisis que se avecina en los próximos tres siglos: XXI al XXIII. De aquí, se sale o no se sale.
La población mundial llegará a 12.000.000.000 de seres humanos a finales de este siglo, necesitarán los recursos de 16 planetas Tierra ¿Dónde estan las 15 Tierras que nos faltan?