AUTOR DEL BLOG DE LA UNIVERSIDAD DE DOGOMKA

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El cielo me ha fascinado desde que tuve uso de razón. A los 13 años de edad realicé un trabajo acerca del Sistema Solar en la escuela y gané un premio junto con mis compañeros Juan, Eugenio, Fernando y Modesto, mi tía Paqui me obsequió con mi primer libro de astronomía, escrito por José Comás Solá, estudiando este libro, nace mi vocación por la astronomía. Cada noche salía al campo para identificar y conocer las estrellas, solía llevar conmigo unos binoculares y pasaba largas horas viendo el firmamento. Mi madre me regaló mi primer telescopio. Me formé como matemático y estudié complementos de astronomía posicional y astrofísica teórica, colaboré escribiendo artículos tanto en inglés como en español para tres revistas: «Sky and Telescope» (EE.UU.); «The Astronomer» (R.U.) y «Tribuna de Astronomía» (España) entre 1982 y 1988. Actualmente tengo 60 años y estoy estudiando un posgrado sobre Historia de la Ciencia y la Tecnología, Filosofía de la Ciencia y Lógica en la UNED, estoy prejubilado.

domingo, 14 de enero de 2024

EL VIAJE DE REGRESO DE CARLOS CASTAÑEDA (EL LADO ACTIVO DEL INFINITO)

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Este fue el primer libro que se editó en España en 1999, simultánea a la edición del original en inglés «The active side of infinity». El lado activo del infinito, Carlos Casteneda ISBN: 9788440688699   Editado por Ediciones B. de Barcelona (España) en 1999. 342 páginas. Es la edición de lujo, con portadas en cartoné, contraportada, letra muy legible y grande, agradable de leer, papel ahuesado y formato mediano. 

 

 
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EL VIAJE DE REGRESO

Un relato incluído en el undécimo libro de Castaneda

«EL LADO ACTIVO DEL INFINITO»

Texto, comentario e interpretación


El texto original en inglés «The active side of infinity» fue publicado simultáneamente en los Estados Unidos y Canadá en 1999, en esta versión de bolsillo, del año 2000, un crítico literario de NEW YORK TIMES comentó que «Somos increíblemente afortunados de contar con la obra de Carlos Castaneda y con ello, no exageramos con el significado que todo lo que nos ha dejado». El texto que inserto a continuación ha sido traducido por mí a partir de este libro.

INTRODUCCIÓN 

El lector de Castaneda ya ha leido la primera serie de cuatro libros, los de la editorial mexicana FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, son los cuatro clásicos que define a toda la saga, pues los restantes diez libros son una exégesis, ampliación o especialización de éstos, pues 14 son los libros que comprenden la saga y podríamos incluir los tres libros de Florinda Donner y el libro de Taisha Abelar, que formaban parte de su partida y aclaran muchas cosas.

El punto de inflexión en toda esta historia se desarrolla en el cuarto libro RELATOS DE PODER, hay un antes y un después en la historia personal de Carlos. Sucede un hecho trascendental para los naguales y sus partidas, de un lado, hay dos partidas, la del nagual Juan y la del nagual Genaro, ambos benefactores formaron a Carlos en los dos aspectos de la conciencia dual que como nagual posee: Enseñanzas para el lado derecho, al cargo de don Juan y enseñanzas para el lado izquierdo, al cargo de don Genaro. Cada nagual forma a dos nuevos naguales, Carlos Castaneda es el heredero de la partida de don Juan y Pablito, el heredero de la partida de don Genaro. 

Una vez se consideró que todos estaban preparados para emprender el viaje definitivo, marcharon por las montañas de Sonora y desde un precipicio, todos, uno tras otro, fueron lanzándose y desapareciendo.

Carlos Castaneda también se lanzó y este es el relato de su regreso

EL VIAJE DE REGRESO

(Capítulo final del libro)


NOTA: Este texto lo he traducido directamente del inglés y no coincide con la locución de youtube, que está expresada en un español de México y que es el texto impreso de los libros editados en este idioma, aquí me he expresado en el español que se habla en España.

Tenía la vaga conciencia de un fuerte ruido de motor que procedía de un estacionamiento que hay detrás del edificio donde vivo, al parecer, estaban arreglando un coche y fue tan molesto que acabé por despertarme de un profundo sueño. Los maldije en silencio por haberse colocado justo bajo mi ventana. Sentía calor, cansancio, estaba sudando y me senté a la orilla de la cama, tenía unos dolorosos calambres en mis pantorrillas, me masajeé, estaban muy contraidas y me dolían mucho, fuí hasta el aseo para buscar un unguento que me pudiese aliviar, reconozco que siempre he sido algo hipocondríaco, el dolor que sentía me estaba desesperando, era insoportable, aunque ya no oía el ruido de ese motor, me acerqué a la ventana para cerrarla, cuando me dí cuenta que ya lo estaba y que fuera era noche cerrada y no entendía por qué las mantuve cerradas con el calor que hacía, las abrí y noté el fresco de la noche, el estacionamiento estaba vacío, pensé que ese ruido infernal lo había producido un coche al pasar por el callejón lateral, olvidé el asunto y me volví a acostar, a todo lo ancho de la cama, dejando mis pies en contacto con el suelo para ayudar a la circulación de mis piernas, conforme me iba dormiendo, acudió a mi cabeza un pensamiento con mucha fuerza, acababa de recordar que había saltado desde un barranco en México, estaba acompañado de un nutrido grupo de aprendices tanto de don Juan como de don Genaro ¡Y me acabo de despertar en mi cama, en Los Ángeles!, regresar desde ese lugar me hubiese costado casi tres días de viaje y no recuerdo haberlo hecho ni que nadie me haya traído hasta aquí sin darme cuenta. Entonces, llegué a la conclusión de que en esa caída había muerto y ahora era una especie de fantasma que ha regresado a mi apartamento situado en Wilshire Boulevard en Westwood, al oeste de Hollywood, en la parte más occidental del área metropolitana de Los Ángeles. Pero si era un fantasma ¿cómo es posible que sienta el dolor, el calor, el fresco? Toqué las sábanas, eran reales, toqué el armazón de hierro de la cama y lo pude sentir, entré en el baño, me miré en el espejo, mi semblante sí era fantasmal, me ví a mí mismo como el propio demonio, mis ojos estaban hundidos con grandes ojeras, estaba deshidratado, tenía una sed tan grande que bebí directamente agua del grifo, sentí mis profundas inhalaciones, sin duda ¡estaba vivo! pero no estaba todo lo bien que debería.

Quizás haya muerto y luego haya resucitado, ese pensamiento fue tan intenso que parecía un recuerdo, pero no un recuerdo normal, sino el sentimiento y la certeza de que algo había sucedido pero no conseguía encajarlo en mis recuerdos normales, pues el hecho era seguro, salté por ese abismo, no tenía duda y el lugar desde donde salté se encuentra a más de cuatro mil kilómetros de aquí, no recuerdo en absoluto cómo he regresado, sentí una frialdad en mi interior, que hasta los huesos me dolían. 

Don Juan me dijo una vez que usara el agua como purificador cuando tuviese este tipo de sensaciones desagradables y me metí bajo la ducha, dejé que el agua tibia corriese por todo mi cuerpo empapándome y tratando de despertarme, me mantuve casi una hora bañándome.

Buscaba la calma para poder pensar de manera racional y saber que era lo que me estaba sucediendo, pero no podía, porque mi mente estaba completamente en blanco, pero por otro lado me sentía saturado de sensaciones que iban y venían sin darme tiempo a examinarlas, me limité a dejarme sentir por ellas y dejarlas pasar, me vestí y salí a la calle, tenía hambre y fuí a desayunar, algo que solía hacer a cualquier hora del día o de la noche, me dirigí a Ship's, un restaurante que suelo frecuentar y que se encuentra a una manzana de mi casa. Al salir del edificio, noté la extrañeza de no sentir mis pasos, de que el suelo era como almohadillado, blando, prácticamente me estaba deslizando y pronto entré al restaurante, no sentí la longitud de la caminata, parecía que había dado unos pocos pasos, como había bebido agua en el apartamento, sabía que también podría comer algo y también podía hablar, porque me aclaré bien la garganta y grité alguna maldición mientras me duchaba. Al entrar en Ship's, fui directo a la barra, donde solía sentarme y la camarera que me conocía de vista, enseguida se acercó a mí diciéndome: 

-«Se te ve malísimo hoy, corazón ¿estás acatarrado?»

-No, es que he estado trabajando demasido y no he descansado, he estado las últimas 24 horas despierto escribiendo un ensayo para una clase, a propósito... ¿Qué fecha es hoy? [aparenté estar de buen humor]

La camarera me mostró su reloj, me dijo que era un regalo que le hizo su hija, tenía la fecha y la hora es 3:15 AM. Pedí huevos con biftec, papas y pan blanco tostado con mantequilla. Cuando se alejó para traerme el pedido, otra ola de horror me sobrevino. ¿Era una ilusión el haber saltado por ese barranco en México al atardecer del día anterior? Pero aunque el salto hubiese sido simplemente una ilusión, lo cierto es que estuve con don Juan en México ¿cómo era que había regresado a Los Ángeles desde un lugar tan remoto diez horas después? ¿Había dormido durante diez horas? ¿O era, que me había tomado diez horas para volar, deslizar, flotar o lo que fuera hasta Los Ángeles? El haber viajado a Los Ángeles por vías normales desde el lugar donde había saltado al abismo no era posible porque tomaba tres días de viaje.

Otro pensamiento extraño me sobresaltó, a la vez sentía en una especie de recuerdo que había muerto y luego revivido, me sentí roto en mis pensamientos, no había continuidad lógica.

Pensé que realmente, de una manera u otra, había muerto en ese salto en el barranco, lo que no comprendía es el hecho de estar vivo y estar en ese momento desayunando en Ship's, no encontré esa línea continua entre mi pasado y mi presente, no habían hechos encadenados que pudiesen recrear una historia contínua entre México de hace 10 horas y Los Ángeles de ahora a las 3 y cuarto de la madrugada.

Traté de encontrar una explicación a partir de las órdenes que seguí de don Juan, había movido mi punto de encaje a una posición que me previno de la muerte, y desde el silencio interno, había hecho el viaje de regreso y esta explicación me resulto algo más satisfactoria aunque realmente no me explicaba nada, pero  señalaba un procedimiento que pude comprobar de una manera sencilla en mi encuentro con don Juan en el sitio que habíamos elegido, ese pensamiento calmó algo mis ánimos.

Nuevos e intensos pensamientos volvieron a surgir, con la cualidad de ir aclarándome un poco más

El primero que surgió tenía que ver con algo que me había molestado siempre. Don Juan lo había descrito como algo que ocurre usualmente entre chamanes hombres: mi incapacidad de recordar sucesos que habían tenido lugar mientras estaba en estados de conciencia acrecentada. Don Juan había explicado que la conciencia acrecentada se produce como consecuencia de un desplazamiento mínimo del punto de encaje que él lograba, cada vez que yo lo visitaba, dándome un golpecito en la espalda. Con tales desplazamientos me ayudaba a atraer esos campos de energía que usualmente estan en la periferia de mi conciencia y que usualmente no tengo capacidad de captarlos. En otras palabras, los campos de energía que usualmente estaban en la periferia de mi punto de encaje se precipitaron hacia mi interior en ese desplazamiento que tenía dos resultados, por un lado, una agudeza extraordinaria de pensamiento y percepción, por otro, la incapacidad de recordar, una vez que volvía a mi estado de conciencia normal, de lo sucedido en este estado especial de conciencia. Son dos conciencias no conectadas por una misma memoria.

Mis relaciones con los otros compañeros de andanzas fue un ejemplo nítido de esta situación que experimentaba, conocía gente en el otro lado que al regresar a mi estado habitual, ni siquiera podía reconocerlos, ellos eran los compañeros de mi viaje definitivo y sólamente durante mi estado especial de conciencia los había tratado. La claridad y el ámbito de nuestra interacción era magnífico. La principal dificultad se presentaba en mi vida cotidiana, esos casi recuerdos eran conmovedores y me desesperaban al no poder encajarlos en un recuerdo normal, lineal, conexo y homogéneo, sino que es como si estuviese viviendo en paralelo varias existencias de mí mismo y una parte no recordaba a las demás.

En mi estado normal de conciencia andaba siempre en busca de alguien que iba a encontrarme bruscamente ante mí, quizás saliendo de un edificio de oficinas, o dando la vuelta por la esquina, chocando conmigo, a donde quiera que iba, mis ojos iban involuntariamente de aquí para allá bucando gente que no conozco pero que más tarde recordaba que sí las había conocido.

Sentado aquella mañana en Ship's, todo lo que me había ocurrido en estado de conciencia acrecentada durante los años con don Juan, desde el más pequeño detalle, se convirtió por primera vez en mi vida en un recuerdo continuo sin interrupción. Don Juan había lamentado el hecho de que un chamán-hombre que es por fuerza el nagual, tuviera que ser fragmentado a causa del bulto de su masa energética. Dijo que cada fragmento vivía un rango específico de un ámbito total de actividad y que los sucesos que experimentaba en cada fragmento tenían que unirse algún día para formar una visión completa y consciente de todo lo que había experimentado en su existencia.

Mirándome directamente a los ojos, me dijo que esa unificación lleva años y que le habían contado de algunos casos de naguales que nunca llegaron al ámbito total de sus actividades de manera consciente y que, en consecuencia, vivían fragmentados en su conciencia.

Lo que experimenté esa mañana en Ship's fue algo más allá de lo imaginado en mis más aberradas fantasías. Don Juan me había dicho repetidas veces que el mundo de los chamanes no es un mundo inmutable, definido y descrito con palabras, sino que es un lugar de contínua fluctuación y nada puede darse definitivamente por hecho.

El salto al abismo había modificado mi cognición tan drásticamente que ahora permitía la entrada de posibilidades indescriptibles y portentosas. Pero todo lo que podría decir acerca de la unificación de mis fragmentos cognitivos no es nada en comparación con su realidad. Esa terrible mañana en Ship's, experimenté algo infinitamente más poderoso que lo que hasta ahora había experimentado desde el día en que ví por primera vez la energía tal y como fluye en el universo, tras regresar de mis clases en la UCLA [Universidad de California en Los Ángeles] mientras descansaba echado sobre mi cama.

Esta mañana en Ship's integré todos esos fragmentos aislados de mis vivencias en mi conciencia, ahora completada, había actuado en cada uno con certeza y perfecta consistencia, sin embargo no tenía idea alguna de cómo lo había conseguido. 

En esencia, mi memoria era como un gigantesco puzzle y encajar cada pieza en su lugar me produjo un efecto indescriptible, sudaba profusamente mientras le daba vueltas a mis pensamientos haciéndome preguntas para las que no tenía respuestas: ¿Cómo era todo esto posible? ¿Cómo llegué a estar fragmentado de tal manera?¿Quiénes somos, en verdad? Ciertamente no lo que las personas nos han hecho creer que somos. Tuve recuerdos de sucesos que nunca ocurrieron, en mi honesta verdad, ni siquiera podía llorar y don Juan me dijo que el chamán llora cuando está fragmentado y que cuando está completo le sobrecoge un escalofrío tan intenso que podría acabar con su vida, escalofrío que estaba sintiendo en ese momento.

Sentí dudas, quizás no volvería a encontrarme con ningún compañero de partida, pensé que todos se marcharon con don Juan y don Genaro, me sentía profundamente solo, quería reflexionar, llorar esa pérdida, abandonarme a la pena, siendo autocomplaciente como habitualmente era, no pude, nada había que lamentar, no tenía sentido entristecerse pues ya nada importa, todos somos guerreros viajeros y el infinito nos tragó, esta descripción que don Juan me dió acerca del papel que todos en el grupo desempeñábamos me satisfizo inmensamente y emotivamente me sentí identificado, aunque nunca había sentido verdaderamente qué sentido tenía eso, recuerdo que muchas veces me lo había explicado, pero por fín, encontré el sentido de sus explicaciones, sólamente para los guerreros viajeros los únicos hechos verdaderos son los hechos energéticos, lo demás son adornos que carecen de importancia.

Mientras esperaba la comida, un nuevo pensamiento surgió y sentía una ola de empatía, sentí que había llegado a la meta de sus enseñanzas, nunca me sentí más unido a él como un todo, no cuestioné mi lucha contra las ideas don Juan por ser tan descabelladas y carecían de sentido lógico, razonable o lineales en los pensamientos habituales de un hombre occidental, más bien, es la precisión de esas ideas las que me hacía sentir tanto miedo llegando a convertirse en auténticos dogmas, eso es lo que me había hecho que buscase aclarar y sopesar estos conocimientos con un ápice de razocinio y por ello, actuaba escépticamente.

Si salté por ese barranco no había muerto porque antes de impactar contra el fondo, el oscuro mar de la conciencia me tragó, me entregué sin temor ni remordimiento y esa misma fuerza es la que me llevó hasta mi cama en mi apartamento de Los Ángeles, alcancé la totalidad de mi ser consciente en ese momento, golpeé bruscamente la mesa sin atender que estaba rodeado de otras personas, ellos me observaron y reaccionaron con un gesto, mi mente esta centrada en este dilema insoluble, estaba vivo a pesar de que lógicamente debería de estar muerto al lanzarme desde lo alto de un cerro a las 5 de la tarde del día anterior, diez horas antes. No encontré una explicación racional y satisfactoria del hecho, la linealidad no era posible de establecer, eran vivencias inconexas, mi realidad estaba rota, don Juan dijo que esta ruptura de la realidad es consecuencia de los actos de brujería.

¡Cuánta razón había tenido don Juan al decir que para entrar en el infinito necesitaba toda mi fuerza, todo mi control, toda mi suerte y, sobre todo, los cojones de acero del guerrero-viajero!

Quise pensar en don Juan, pero no pude. Además, ni siquiera ya me importaba don Juan. Parecía haber una barrera infranqueable entre nosotros. Sinceramente, creí en aquel momento que el pensamiento foráneo que se me había estado insinuando desde que había despertado era verdad: sí, era otro. 

Algo trascendental me sucedió al momento del salto. De otra manera, me hubiera encantado pensar en don Juan; hubiera sentido anhelo por él. Hasta hubiera sentido un momento de resentimiento porque no me había llevado consigo. Ése hubiera sido mi ser normal. En verdad, no era el mismo. Ese pensamiento aumentó hasta que invadió todo mi ser. Cualquier residuo de mi antiguo ser que hubiera podido retener se desvaneció en ese momento.

Me sobrevino un nuevo estado de ánimo. ¡Estaba solo! Don Juan me había dejado dentro de un sueño, sentí que mi cuerpo perdía su rigidez, poco a poco me fui haciendo más flexible, al punto de que podía respirar profunda y libremente. Solté una carcajada. No me importaba que la gente me mirara y que esta vez no me sonrieran. Estaba solo y no había nada que pudiera hacer. Tuve la sensación física de entrar realmente por un pasaje que me tiró hacia dentro, era silencioso y don Juan era el pasaje, quieto, inmenso, fue la primera vez que sentí a un don Juan no físico, no hubo sentimentalismo ni anhelo, no podía echarlo de menos porque su presencia despersonalizada me fascinaba.

El pasaje me desafió. Tuve una sensación de ebullición, de ligereza. Sí, podía viajar por ese pasaje, solo o acompañado, quizás para siempre. Y el hacerlo no era ninguna imposición para mí, tampoco era placentero. Era más como el principio del viaje definitivo, el destino ineludible del guerrero-viajero, era el principio de una nueva era. Debería haber estado llorando con la comprensión de haber encontrado ese pasaje, pero no lo hice. ¡Estaba enfrentándome al infinito en Ship's! ¡Qué extraordinario! Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Oí la voz de don Juan diciendo que el universo es en verdad insondable.

En ese momento, se abrió la puerta de atrás del restaurante, la que conduce al estacionamiento y entró un hombre de apariencia extraña de unos cuarenta años, desarreglado y demacrado, pero de buenas facciones. Durante años, yo lo había visto vagando por el campus, interactuando con los estudiantes. Alguien me había dicho que era un paciente externo del hospital de veteranos de guerra que quedaba cerca. Parecía estar desquiciado. Lo había visto repetidas veces en Ship's, amontonado sobre una taza de café, siempre en el mismo rincón de la barra y en la misma banqueta. También había observado cómo esperaba afuera, siempre mirando por la ventana, vigilando a ver cuándo se desocupaba su banca predilecta, por si alguien la estaba ocupando en ese instante. Al entrar, se sentó en su lugar de costumbre y entonces, me miró. Ambos nos miramos. Al momento, lanzó un grito despavorido que me produjo escalofríos a mí y a todos los que estaban allí presentes. Todos me miraron con fijeza, algunos, con la comida sin masticar cayéndoseles de la boca. Obviamente, pensaban que era yo el que había gritado. Había habido precedentes, el golpe sobre la barra y la carcajada en voz alta. El hombre saltó de su banca y salió corriendo del restaurante, mirando hacia atrás, hacia mí, mientras hacía gestos agitados con las manos encima de su cabeza. 

De manera impulsiva corrí tras él, quería saber qué es lo que había sucedido al verme que le había hecho gritar de terror, lo alcancé en el estacionamiento y al preguntarle, se tapó los ojos y gritó aún con más fuerza, era como un niño aterrado por una pesadilla y no dejaba de gritar. Lo dejé y volví a entrar en el restaurante.

- «¿Qué te pasó, corazón? ... pensé que te habías marchado»                                                        (dijo la camarera con mirada de preocupación)

- (contesté) «Fuí a ver a mi amigo»

- «¿Ese tipo es tu amigo?»

- «Es el único amigo que tengo el mundo»

     Y le dije la verdad, sólo podía definir como amigo a alguien que ve a través del barniz que nos cubre y que sabe de dónde venimos realmente.


COMENTARIO 

La experiencia que vivió Castaneda no sólo fue mental sino que fue física, sentía dolor, mal cuerpo, y así lo percibió la camarera de Ship's, estaba completamente desconectado de la realidad y no es para menos, tras saber que había saltado desde lo alto de un barranco siguiendo a un grupo de brujos en México y de pronto se encuentra vivo y en Los Ángeles. Él no lo recordaba como un sueño, tenía la profunda certeza de que le había sucedido realmente, pero lo que estaba sintiendo ahora se sale de toda lógica, estaba a más de 4.000 km de su casa y estaba vivo. El hecho le sucedió sobre las 5 de la tarde del día anterior y ahora se encontraba desayunando de madrugada, más allá de las 3 de la mañana.

Las ventanas de su habitación estaban cerradas, en pleno verano, con el calor que suele haber en la ciudad de Los Ángeles, no tiene sentido, pues él vivía en Westwood, en las faldas de los montes de Bel-Air, Beverly hills y Hollywood hills frente a las playas de Santa Mónica, la brisa del mar calmaría ese calor y sin embargo no fue ni siquiera consciente de que todo estaba cerrado y con llave, es evidente, que Carlos Castaneda apareció en ese lugar pero no de una manera normal, pues su casa estaba cerrada a cal y canto para quedar protegida por su ausencia mientras estaba en México.

Luego, la manera en la que se despertó, con un ruido infernal del sonido de un motor ¿A qué hora sucedió todo eso? 

Cuando estaba en Ship's era madrugada, más de las tres de la mañana, creo que Castaneda estuvo en un duerme vela durante toda la tarde y parte de la noche. Entonces, si a las 5 de la tarde saltó por el abismo, pocos instantes después ya se encontraba en Los Ángeles, completamente traspuesto e inconsciente y ese ruido de motores es normal si además hay un aparcamiento de AVIS en la parte posterior del edificio hacia donde daba su ventana, que además de aparcamiento es taller de reparaciones para la puesta a punto de sus vehículos, era por la tarde y era de día, Carlos no podía pensar claramente, estaba en realidad bajo diferentes sueños de diferentes conciencias, se encontraba fragmentado interiormente, trataba de dormir, pero soñaba y saltaba de un lugar a otro de su conciencia, donde cada parte estaba en diferentes realidades no sólo espacio-temporales sino realidades cognitivas, estuvo entre la vida y la muerte, fue un estado en el que no podía definirse, virtual, tal y como consideran los físicos cuando una partícula subatómica existe y no existe a la vez, esa es la virtualidad cuántica, el concepto de existencia-inexistencia del Gato de Schrödinger, un laberinto del que luchaba por salir. Poco a poco, en ese agrupamiento de su conciencia, de alguna manera, desde el otro lado, don Juan acudió en su ayuda, pero lo hizo de forma impersonal, como energía pura concienciativa, como demiurgo, construyó sobre cada uno de sus fragmentos un túnel, un pasadizo, un pasaje, un callejón, algo que lo pudiera unificar, darle conciencia de ser y continuar viviendo, como la mayor parte de estas fracciones de Castaneda estaban entre la primera y la segunda atención, eligió un punto de la primera atención y eligió dejarlo en su cama, para no causarle más trastorno si despertaba bajo aquel barranco en México y completamente solo y desamparado, expuesto a múltiples peligros. Don Juan le brindó la oportunidad de ser en donde es y regresar a la vida.

Pero Carlos Castaneda, consiguió lo que nunca había conseguido a lo largo de sus última década de vida, completarse, es decir, para sus estados múltiples de conciencia, unificó la misma y se consolidó en una sola, reconoce que no sabe cómo lo hizo, pero creo que el nagual don Juan está detrás como agente demiurgo de esta historia, llegó a la completitud, mientras esperaba la comida en el restaurante Ship's. 

En el 5.º libro de la saga: «El segundo anillo de poder», existe la continuidad de esta historia, él aunque se completó, no lo hizo del todo y se mantuvo muchos años inconexos, recordó lo que había aprendido para su lado izquierdo en un estado de conciencia acrecentado y reconoció a otras personas que en principio no pudo reconocer, todos, aprendices de las partidas de don Juan y don Genaro.

Por último, quiero recalcar que este nuevo Carlos Castaneda, ya no es un ser humano como todos los demás, su estructura energética es completamente distinta y ese hombre, con problemas mentales que entró en Ship's y que se aterrorizó saliendo huyendo despavorido cuando le vió, no es otra cosa, que tenía capacidad de percepción para ver la auténtica realidad del ser de Castaneda, vió una auténtica monstruosidad, algo imposible de soportar, es como una especie de insecto asqueroso y gigante, la conciencia que tenía Castaneda ya no era orgánica, sino que es inorgánica, Castaneda, como nagual, era una entidad horrenda y poderosa, un foráneo, un explorador, un aliado, un ser de conciencia inorgánica que a lo largo de toda la obra se menciona con diferentes nombres.

INTERPRETACIÓN Y EXPERIENCIA PERSONAL 

DE VIVIR EN UNA CONCIENCIA FRAGMENTADA HASTA LIBERARME EN UNA CONCIENCIA COHESIONADA Y COMPLETA.

Durante la mayor parte de mi vida y eso pueden ser unos 50 años o incluso más, he sufrido un estado de conciencia alienado, el motivo, lo desconozco, pero ante mí han sucedido cosas de las que yo no he sido consciente, ni he participado ni he sido testigo de ellas. Durante estos últimos años, he despertado por primera vez y percibo claramente, veo la intencionalidad de la palabras, de los hechos, de los no-hechos, es como si hubiese vivido un largo sueño, aletargado, ensimismado, introvertido, fuera de la realidad que todos comparten.

Hace un año escaso, buscando indagar sobre mi pasado, encontré la escuela donde mis padres me habían matriculado, no era una escuela, era una especie de academia en régimen de semi-internado en pleno centro de Londres, en South Kensington muy cerca de Chelsea, la escuela se llamaba Lion's devizes school y descubrí que era una escuela de educación especial, mis padres nunca me hablaron de esto, pero al parecer, he sufrido toda mi vida de trastorno en el desarrollo, de déficit de atención, pero esto no me ha impedido ir a la universidad, sacarme unos estudios complicados de matemáticas, saber de astrofísica y astronomía, de contabilidad, ser un administrativo, ser profesor y llevar una vida en teoría normal, he llegado a sobresalir por mis calificaciones, hablo cinco idiomas sin dificultad, de hecho, soy bilingüe inglés y español. 

Algo me hacía sentir un profundo dolor, tenía que ir solo en tren durante 50 minutos con pocos años, desde los seis o siete años de edad para ir hasta mi escuela desde Epsom Downs donde vivía, en el condado de Surrey, mientras mis hermanos cruzaban la calle para entrar en su colegio, yo tenía que madrugar casi dos horas antes que ellos, eso me produjo un gran dolor, sentí que se estaba comentiendo una injusticia conmigo, pues podía acudir a la misma escuela que mis hermanos y sin embargo, me obligaban a marcharme solo hasta Londres, así de lunes a viernes me quedaba en la residencia de alumnos de la escuela y regresaba cada viernes hasta mi casa. En Victoria's Station me esperaba una azafata-policía que se encargaba de colectar a los niños que procedían del extrarradio para subirnos a un autobús o tomar el metro, no fue hasta descubrir este hecho, que lo pude comprender.

Siempre estuve medicado, sufría depresiones desde muy niño, traumas de todo tipo, fobias, miedos, mi vida ha sido muy difícil, apenas consigo integrarme socialmente, ahora ya sí pero no mucho, siempre ha habido un sentimiento en los demás hacia mí que van desde la compasión hasta la minusvaloración, desafortunadamente he visto reflejado mi identidad en mi hija Angie, ella está discapacitada por esta misma causa y además sufría de hiperactividad (TDAH).

Quizás este trastorno mental que he sufrido ha sido el motor para que mi experiencia en el campo de la percepción extrasensorial y videncia fuesen desarrollados al punto en el que actualmente lo están y mis experiencias vitales hayan sido tan distintas a los demás, con los que apenas he podido sincerarme, sólamente escogí a un grupo muy reducido de amigos en los que siempre confié para contarle mis cosas, pero más que contarles, ellos las presenciaron.

Leer los libros de Castaneda fue mi tabla de salvación para la infinita soledad de aquel que es diferente en todos los aspectos a los demás y carece de un punto de referencia en el que pueda guiar sus pasos, yo he estado perdido, pero afortunadamente, la madurez me ha brindidado la oportunidad de mostrarme al mundo como quien realmente soy, un hombre culto, académico, de pensamientos razonables pero con una mente abierta a los insondables misterios que nos rodea y que son el universo en sí.

He vivido disperso y disgregado toda una vida, partes de mí han vivido experiencias que otras partes no conocían, ahora soy capaz de volver a reinterpretar muchos hechos de mi pasado y ahondar lo sufiente como para saber qué es lo que realmente he sentido, he vivido y la gente de la que he estado rodeado, desafortunadamente, no fueron buenos conmigo y en algunos caso sufrí la crueldad, pero mi déficit me salvó de sufrir, comenzando con mis propios hermanos, sólamente mi madre era la que estaba siempre pendiente de mí, mi padre no sabía qué hacer conmigo y la comunicación entre nosotros nunca fue ni fluida ni serena. Yo era el raro y no me toleraron nunca, pero me he ido fortaleciendo cada día más, la prueba está que he sobrevivido, tengo 60 años, soy feliz, me siento pleno, y sobre todo desde que rompí definitivamente con la familia y esos amigos que tuve, reiniciando mi vida, hubiese cambiado miles de cosas de mi biografía, pero lo pasado pasado fue y ya no tiene poder para herirme, ahora lo que me importa es el aquí y el ahora, ni siquiera pienso en el futuro, salvo que algún día me tendré que encontrarme ante la muerte, porque ya tengo una edad, no sé si soportaré el peso de la vejez física sobre mí, porque me siento joven y con energía, con ganas de hacer muchas cosas que antes no pude o no supe que podría hacer, lo cierto es, que Castaneda es otro ser, y yo, aunque nunca salté por un barranco, me he transformado en otra persona liberada de medicamentos, terapias y esa vida errónea que tuve, vida donde no supe escoger o quizás no tuve ni siquiera derecho a elegir.

Lo que me cambió como ser fue la liberación que sentí a partir de 2017, cuando rompí con esa vida que llevaba, dejé mi empleo, rompí con la familia y los amigos de toda la vida, mi entorno y la ciudad, me reinicié.

CUANDO MI MADRE ME VIÓ REALMENTE COMO SOY

En una ocasión mi madre me pidió y de eso hace muchos años, era 1986, que me mostrara cómo era yo en realidad, ella supo que yo era un ser extraño, bromeaba y decía que posiblemente fue abducida por un extraterrestre y fruto de ese encuentro nací yo, lo cierto es, que a medida que me iba conociendo intimamente se arriesgó a pensar sobre mi extraña naturaleza, me mostré y ví en ella un sentimiento de horror que podía ser equivalente al de ese veterano de guerra que vió a Castaneda, era de madrugada, estábamos solos y vió una especie de ser enorme, de más de dos metros de altura con un montón de tentáculos, fue una experiencia aterradora para mi pobre madre, me mostré ante ella y ella me percibió así ¿es real? lo dudo, porque de lo que estoy completamente seguro es que la percepción es completamente una idealización que la mente realiza sobre la realidad, construida por nosotros mismos, la percepción es engañosa, si todos creemos ver las mismas cosas es debido a que estamos atados como presos a una cadena común que nos fija el polo o punto de encaje para percibir de una misma manera.

                        MI NATURALEZA DUAL Y CÓMO LIDIÉ CON ELLA

Por otro lado, mi naturaleza y la de muchos, es la dualidad. Tengo un doble. He perdido amistades y trato con personas que me han visto simultaneamente en dos lugares, me he presentado en sus casas sin haberme abierto la puerta (sin ser consciente realmente de ello), he tenido un doble un tanto travieso, me complicó la vida entre mis 16 y 32 años y sufrí reproches de todo tipo por parte de personas que habían interactuado con mi doble, yo, inocente de esta situación pues nunca fui consciente de las andanzas de mi otro yo. Pero una cosa está clara, mi doble es puro yo, es un ser bondadoso y carente de maldad, solo que estaba siempre acechando, indagando, siguiendo a esas personas a las que yo sentía un profundo afecto en mi estado normal de conciencia. Imagino que interactuaba con muchas personas, todas de mi círculo social de confianza, pero sólo unas pocas pudieron verme y sentirme, la primera persona que lo sufrió fue mi novia, Marisa, a la que quería con locura, tenía 15 años cuando la conocí y fue una especie de amor platónico casi de hermanos, nunca hubo un acercamento más allá de lo que se considera una amistad, pues ella nunca me lo permitió, por otro lado, Sergio y su mujer, Rosa, también sufrieron las molestias de mi presencia y por último, tuve que aguantar reproches también de María Emilia, una persona a la que me unía y me une, un gran afecto, pero en ninguno de estos casos, hubo solución, la ruptura se dió con todos ellos, acabando separados y disgustados, yo, porque no era consciente ni creía que tuviese esa capacidad, ellos, porque sufrieron un auténtico acoso y el miedo se apoderó de ellos ante un evento sobrenatural, que luego entendí que muchas personas tienen esa naturaleza dual y gracias a Castaneda puede vislumbrar como algo real que nos sucede a algunos.

Tras tanto quebranto, en un sueño especial que tuve, fuí y capturé a mi doble, mi otro yo estaba persiguiendo a la gente con la que yo trataba en mi realidad habitual, él me transmitía pensamientos, conversaciones, ideas, pero yo no era consciente de ello, pensé que era intuición, el doble me hablaba en mi interior, advertiéndome de cosas que podían suceder, entonces, lo encontré en casa donde vivían mi ex mujer y mis hijos y estaba recostado junto a mi hija Angie, iba de una habitación a otra, vigilando a mis dos hijos mientras dormían. Lo llamé y le dije que me acompañara, ambos, nos lanzamos hacia el cielo y volamos, le dije: «Te voy a enseñar en el lugar donde nos criamos y que tú no conoces», porque resultó que yo no tenía doble cuando nací, sino que el doble se contruyó con mis intentos durante mi preadolescencia, coincidiendo con el desarrollo, a los 13 años de edad, mi doble solo conoce de mi vida lo que sucedió a partir de ahí y no antes, la curiosidad del doble es enfermiza y no se opuso, llegamos a Londres, había luz de día y estábamos en el puente de Westminster, paseamos por las casas del parlamento y continuamos caminando hacia el sur, en dirección a Victoria Enbankment, a orillas del Támesis, de allí continuamos hasta llegar a Chelsea, subimos hasta South Kensington y al llegar a mi colegio, le dije que entrara dentro y que me esperase, en ese momento, regresé a mi cama y desperté. Sé que mi doble está deambulando por Londres en este momento y está allí desde el día que lo abandoné, en 2003, hace veinte años, estaba cansado de sentirme perjudicado por no tener un control real sobre esa parte de mi ser. 

Ya nadie podrá verme en dos sitios, porque mi doble es tal y como soy yo físicamente, aunque carece de la capacidad lingüística y de empatía.

Marisa se disgustó conmigo porque ella fue al mercado a comprar y el chico que estaba despachando el pescado era yo, pero ese yo no era yo, sino mi doble y éste no conocía a mi novia, ella lo saludó profusamente y él la rechazó, eso le causó un tremendo enfado a Marisa y ella decidió que no quería volver a saber nada más de mí, tenía 17 años de edad y nada pude hacer para convencerla de que ese muchacho de la pescadería no era yo, que yo no estaba trabajando en ningún sitio, pero no me creyó.

Tengo pendiente ir hasta Londres para recuperar a mi doble, porque lo he intentado a través de sueños, pero no lo encuentro, así que la única manera es ir físicamente hasta Londres y el doble saldrá a mi encuentro, espero consolidarme y completarme de una vez por todas, no sé cuál será el resultado de este encuentro, pero lo asumo, no puedo estar en dos lugares a la vez, pues me llegan sensanciones que no pertenecen a mi realidad habitual y que estoy seguro, provienen de mi doble londinense, confío en poder crecer a partir de aquí y aprender a cambiar mi conciencia de ser de un cuerpo a otro, porque esto sería la mejor estrategia que tendría a la hora de encararme ante la muerte, el doble y yo estaríamos juntos frente a frente al hecho del fin de la existencia, en ese momento, entregaré el cuerpo y la conciencia donde no esté y me escaparé de la muerte en el otro cuerpo para iniciar mi viaje hacia el infinito y así liberarme definitivamente de la rueda de las reencarnaciones.

Por eso, no me sorprende que haya un Castaneda en México y otro en Los Ángeles de manera simultánea, sólo que la conciencia de ser no habita en dos individuos duales, sino que uno puede pasar de uno al otro, por eso, existen los viajes astrales y es por ello, que posiblemente, el Castaneda mexicano perdió su vida en ese barranco y su dual angelino cobró la conciencia de ser, se completó y se transformó en ser humano, sin serlo, porque ese Castaneda que surgió a partir de ahí tenía características de ser un ser inorgánico aunque podía emular su humanidad, en realidad no es humano, de ahí, que ese pobre hombre que lo vió y que se aterrorizó en Ship's lo pudo percibir como foráneo, extraño, monstruoso y amenazante, pues el poder que acumuló fue inmenso.
                                                                                                                          

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(Izq.) El lado activo del infinito, Carlos Casteneda (The active side of infinity) ISBN: 9786073129695   Edición de bolsillo, Penguin Random (DeBolsillo) 2015. 336 páginas. Edición para España (2015)

(Centro) El lado activo del infinito, Carlos Casteneda (The active side of infinity)                   ISBN: 9781514260289   Ediciones Martín Hernández B. 2015. 218 páginas. 

(Dcha.) El lado activo del infinito, Carlos Casteneda (The active side of infinity)  ISBN: 9781530406470   Edición resumida (prontuario). 162 páginas. Editor: Yordi Abreu  (2016)






El lado activo del infinito, Carlos Casteneda (The active side of infinity)  ISBN: 9788466300940   1.ª Edición de bolsillo. 
Ediciones Punto de lectura. 384 páginas. España (2000)








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