AUTOR DEL BLOG DE LA UNIVERSIDAD DE DOGOMKA

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El cielo me ha fascinado desde que tuve uso de razón. A los 13 años de edad realicé un trabajo acerca del Sistema Solar en la escuela y gané un premio junto con mis compañeros Juan, Eugenio, Fernando y Modesto, mi tía Paqui me obsequió con mi primer libro de astronomía, escrito por José Comás Solá, estudiando este libro, nace mi vocación por la astronomía. Cada noche salía al campo para identificar y conocer las estrellas, solía llevar conmigo unos binoculares y pasaba largas horas viendo el firmamento. Mi madre me regaló mi primer telescopio. Me formé como matemático y estudié complementos de astronomía posicional y astrofísica teórica, colaboré escribiendo artículos tanto en inglés como en español para tres revistas: «Sky and Telescope» (EE.UU.); «The Astronomer» (R.U.) y «Tribuna de Astronomía» (España) entre 1982 y 1988. Actualmente tengo 60 años y estoy estudiando un posgrado sobre Historia de la Ciencia y la Tecnología, Filosofía de la Ciencia y Lógica en la UNED, estoy prejubilado.

lunes, 29 de enero de 2024

LLUVIAS DE METEOROS EN 2024

 


No se requiere ningún instrumento en particular, salvo nuestros ojos y nuestras ganas, observar lluvias de meteoros es una actividad que puede llegar a resultar placentera para algunos, os voy a adjuntar una tabla proporcionada por el Observatorio Nacional de España para que los amantes de las estrellas puedan conocer las fechas y orientaciones (hora y dirección) para ver las lluvias de meteoros más importantes que se dan periódicamente durante cada año.



Las cuadrántidas, en la región del Boyero, pasaron sin pena ni gloria en la primera semana de enero debido a la Luna que aunque estaba menguando, estaba en la constelación de Virgo en esos días y molestaba sobremanera a la cercana radiante en el Boyero, no permitiendo la percepción de casi las tres cuartas partes de los meteoros radiados, por otro lado, las altas horas de la madrugada a la que son visibles, más allá de las 3 de la madrugada (hop) y las bajas temperaturas de este invierno no invitaban precisamente a tener un encuentro con ellas.

Las líridas, que parten de la constelación de la Lira, son escasas en general, pasan largos minutos entre uno y otro meteoro, además, se observan mejor antes del amanecer, de entre las 4 y las 6 de la mañana, pero, nuevamente, la Luna en fase creciente y que será llena en tres días estará en la constelación de Virgo, molestando mucho la observación.

Las Eta-acuáridas, cuya radiante está cercana a la estrella Eta de Acuario y que podrán contemplarse en un cielo sin Luna, entre una hora y hora y media antes del amanecer, a partir de las 5 de la mañana, aunque la constelación no estará lo suficientemente alta sobre el horizonte SEpE (sureste por este), con un azimut de 118º, la frecuencia nos permitirá contemplar un meteoro cada dos minutos.

Las delta-acuáridas cuya radiante es cercana a la estrella Skat (delta aquarii) son más escasas que las anteriores pero tenemos la ventaja de que estamos en verano y es agradable la observación del firmamento en estas fechas, a partir de medianoche y durante toda la madrugada, no hay Luna.

Las famosas perséidas de este año (también conocidas como «Las Lágrimas de San Lorenzo» cuya festividad es el 10 de agosto) serán abundantes pero con una visibilidad regular debido a que la Luna se encuentra en fase creciente y no se ocultará hasta pasada la medianoche, a partir de aquí, y mejor antes del amanecer, las perséidas suelen prometer un bonito espectáculo de hasta 2-3 meteoros por minuto si miramos a la región de Perseo antes del amanecer y en dirección al cénit-NE.

Las dracónidas, aunque son de escasa entidad, algún que otro año suelen sorprender rompiendo la estadística al igual que las siguientes, las leónidas, siendo la primera radiante del otoño, las noches son suaves y agradables, y son cómodas de ver, a partir del anochecer, mirando hacia el norte, el Dragón está completamente alzado antes de la medianoche. Por otro lado, la Luna presenta el inicio de la fase creciente cercana a Antares, se oculta pronto hacia las 9 y media de la noche (hop). 

Las oriónidas de este año además de ser de escasa frecuencia, cuenta con la dificultad de una Luna prácticamente llena y muy cercana, en la constelación de Géminis, se podrá observar a partir de la medianoche.

Las leónidas de este año no prometen gran cosa, de hecho, es la penúltima de las radiantes menos activas de todo el año, se podrán observar antes del amanecer con una luna Llena en Tauro que dificultará sobremanera la plena observación de la lluvia.

Las gemínidas, a pesar de la gran abundancia esperada, la cercanía de una Luna prácticamente llena en la cercana constelación de Tauro deslucirá la visión de la lluvia, que será más óptima a medida que vayan avanzando las horas de la noche a partir de la medianoche y mejor, antes del amanecer entre las 4 y 7 de la mañana.

Las úrsidas son la radiante más escasa de todo el año, se ven durante la navidad y habrá una Luna con un menguante recién iniciado en la constelación de Leo, mirando hacia el NE, mientras el carro se va alzando, a partir de la 1 de la madrugada en adelante.

Más información en la web del Observatorio Astronómico Nacional de Madrid

https://astronomia.ign.es/web/guest/lluvias-de-meteoros

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