Júpiter queda sobre la vertical SE y desde aquí podemos ir identificando las primeras estrellas brillantes del cielo mirando hacia el S.
Mirando hacia el W (oeste), encontramos tres brillantes estrellas que forman un extenso triángulo, se conocen como el TRIÁNGULO DEL VERANO y este extenso asterismo es visible gran parte del año alcanzando su mayor altura, en verano (para los habitantes australes es invierno). El triángulo del Verano lo conforman las estrellas Altair (de la constelación del Águila), Deneb (de la constelación del Cisne) y Vega (de la constelación de la Lira).
El TRIÁNGULO DE INVIERNO se encuentra en el cielo oriental (E) y lo conforman las brillantes estrellas de Aldebarán (de la constelación del Toro o Tauro), Betelgeuse y Rigel (de la constelación de Orión o del Cazador), debido a su posición, a primera hora de la noche y dominando el Este, nos indica que estamos en el comienzo del invierno, así durante este mes de Diciembre, al anochecer, encontraremos el triángulo de invierno muy bajo en el cielo oriental y concretamente, al este del planeta Júpiter que hemos tomado como referencia.
- Al mirar al sur, dos planetas, son los astros más brillantes: Júpiter al SE y Saturno al SW.
- El Triángulo del Verano está al W (Altair-Deneb-Vega).
- Bajo Saturno está Fomalhaut.
- Cerca del cénit está Capella y Vega.
- El Triángulo de Invierno está al E (Aldebarán-Betelgeuse-Rigel).
FORMAN PARTE DEL GRUPO DE LAS ESTRELLAS DEL ADVIENTO, las que se encuentran en el cielo de Diciembre entre el Sur, el Este y el Norte. En esta entrada he descrito la primera parte, las cuatro sureñas: ALDEBARÁN, CAPELLA, BETELGEUSE Y RIGEL.
ALDEBARÁN (α Tauri) es la alfa del Toro, principal estrella de la constelación del Toro (TAURUS) y tiene un ligero color anaranjado de magnitud +0.85, es una estrella de primera categoría y una gigante anaranjada del tipo K5.
Tiene 1,5 veces la masa del Sol pero su volumen es mucho mayor, con un diámetro de 88,4 veces el diámetro solar, es 361.706 veces más voluminosa que el Sol. Aldebarán es una estrella doble, tiene una compañera enana roja, vista en el cielo, se encuentra rodeada de un cúmulo abierto al que no pertenece, son la HIADES y está a 65 años-luz de distancia (su luz tarda 65 años en llegar hasta nosotros, la estamos observando cómo era en 1958).
LA CABRA o CAPELLA (α Aurigae) es la Alfa del Cochero, aquí describo concretamente a Capella Aa, es la estrella más brillante de la constelación del AURIGA o COCHERO que forma un asterismo amplio en forma de pentágono irregular. Capella es en realidad un sistema cuádruple de estrellas, que no pueden ser vistas pues fueron descubiertas de manera indirecta, es una gigante amarilla del tipo G8, su magnitud varía entre +0.71 y +0.96, pues es una estrella variable del tipo RS Canum Venaticorum, es la estrella más brillante y cercana al polo boreal, su aparición por el horizonte NE es realmente fascinante y digna de ser observada a finales de septiembre al anochecer y aconsejo que en torno a las seis y media de la noche en estos días, miremos al cielo NE para contemplar esta estrella, baja sobre el horizonte.
Capella es más voluminosa que el Sol, con un radio 12,2 solares, su volumen es de 7457 veces mayor, siendo su masa de 2,7 soles, se encuentra a una distancia de 42,5 años-luz, es decir, observando esta noche a Capella, la estamos viendo como realmente era durante el verano de 1980 ¡Qué tiempos aquellos en que éramos jóvenes!
BETELGEUSE (α Orionis) es la estrella más brillante de la constelación de ORIÓN (o el cazador) durante la pandemia de covid esta estrella me tenía francamente preocupado, pues entre 2019 y 2020, su luminosidad estaba muy por debajo de la habitual, presentaba una magnitud inferior a la segunda, cuando habitualmente brilla entre +0.3 y +1.2, pues es variable, supergigante roja de casi 19 masas solares y que a pesar de estar a 700 años-luz de distancia, la percibimos desde aquí como una estrella de primera categoría, su final será cataclísmico, como nova tipo II y eso puede suceder en cualquier momento o incluso, ha podido suceder ya, pues la estamos contemplando como era en la alta edad media, hacia el año 1323, cuando aún España ni siquiera existía (eran 6 reinos cristianos: Castilla, León, Portugal, Navarra, Aragón) y otros tantos musulmanes) y media península estaba habitada por los musulmanes de la dinastía omeya y España aún no había descubierto las Américas y nadie conocía que ese continente existía, pero volviendo a lo que comenté al principio, algo sucedió en Betelgeuse, pueden ser muchas cosas, desde la emisión de parte de la atmósfera externa, la reducción de su volumen, formación de extensas manchas o que en la visual entre la Tierra y la estrella atravesara nubes de gas y polvo interestelar, y dado que tiene tendencia al catratofismo, pensé que se estan produciendo cambios relevantes en la estrella en una fase degenerativa para implosionar y desaparecer de nuestro cielo, ciertamente, la figura del Cazador quedaría tristemente desfigurada y poco agraciada, pero el universo es así, no es un cuadro estático, lo que significa que nuestras vidas son cortas y efímeras y por eso vemos una solemne descripción del firmamento que es prácticamente invariable, salvo los movimientos planetarios o que aparezca un cometa y sea visible de vez en cuando.
Finalmente el misterio se resolvió gracias a las observaciones realizadas desde el Observatorio de Atacama en Chile (VLT), según BBC News [https://www.bbc.com/mundo/noticias-57509203], que entrevistaron a Emily Cannon, astrofísica de la Katholieke Universiteit en Leuven, Bélgica:
«Hubo dos ideas que dominaron. Tal vez se trataba de una gran región fría en la superficie de la estrella, porque se sabe que las supergigantes rojas como Betelgeuse tienen grandes células convectivas que pueden generar zonas calientes y zonas frías. Por otra parte, tal vez había una nube de polvo que se estaba formando en frente de la estrella desde nuestra perspectiva en la Tierra» y la astrofísica Cannon afirmó: «Nuestra idea general es que hubo una zona fría en la estrella que, debido a una disminución local de la temperatura, causó que una expulsión de gas anterior se condensara en polvo, así que, la zona fría en la superficie nos haría ver la estrella menos luminosa. Pero después, esta condensación del polvo aumentaría la rápida pérdida de brillo de la estrella».
Betelgeuse es una supergigante roja de tipo M1 y al ser una estrella variable, su radio oscila aproximadamente entre 900 y 1100 veces el radio solar, presentando un volumen comprendido entre 3.000 y 5.500 millones de veces mayor que el volumen del Sol, de hecho, es tan enorme, que si la estrella estuviese en el centro del Sistema Solar ¡Llegaría a tragarse todos los planetas térreos! y Júpiter sería el primer planeta que giraría en torno a la estrella y a corta distancia.
RIGEL (β Orionis) es la segunda estrella más brillante de ORIÓN y está situada en el lado opuesto de la figura respecto a Betelgeuse.
Rigel es una gema azulada que contrasta bien con Betelgeuse, en realidad forma un sistema cuádruple de estrellas (al igual que Capella) con una magnitud de +0.18, a veces rivaliza con Betelgeuse en ser la estrella más brillante de Orión, siendo una luminaria de primera categoría.
Cuando la contemplamos, vemos cómo era la estrella en plena edad media, hacia el año 1.163, cuando Europa se debatía en guerras, hubo una terrible inundación en Holanda y la Catedral de Nuestra Señora de París (Notre Damme) comenzó a construirse, está bien lejos Rigel: 860 años-luz y si brilla así, es que es una estrella supergigante y presenta pequeñas variaciones de brillo debido a que es una variable tipo Alfa Cygni, es una estrella de tipo B8, blanco-azulada, con un radio de 80 veces el del Sol, su volumen es algo superior a los dos millones de veces el del Sol, con una masa de 21 soles, su final será cataclísmico como supernova tipo II.