Don Juan casi nunca hablaba abiertamente de Mescalito. Cada vez que yo lo interrogaba sobre el tema se negaba a contestar, pero siempre decía lo suficiente para crear una impresión de Mescalito: impresión que siempre era antropomórfica.
Mescalito era masculino, no sólo por el género gramatical de su nombre, sino también por sus constantes cualidades de ser protector y maestro.
Don Juan reafirmaba estas características en formas diversas cada vez que hablábamos.
Domingo, 24 de diciembre de 1961
-La yerba del diablo nunca ha protegido a nadie. Sólo sirve para dar poder. Mescalito, en cambio, es manso, como un niñito.
-Pero dijo usted que Mescalito es a veces aterrador.
-Claro que es aterrador, pero una vez que lo conoces es manso y bondadoso.
-¿Cómo muestra su bondad? -Es un protector y un maestro.
-¿Cómo protege?
-Puedes guardarlo contigo a toda hora y él verá que nada malo te ocurra.
-¿Cómo puede uno guardarlo consigo a toda hora?
-En una bolsita, amarrada con un cordón debajo del brazo o alrededor del cuello.
-¿Lo tiene usted consigo?
-No, porque yo tengo un aliado. Pero otra gente si.
-¿Qué enseña?
-Enseña a vivir como se debe.
-¿Cómo enseña?
-Enseña las cosas y te dice lo que son.
-¿Cómo?
-Tendrás que ver por tí mismo.
Martes, 30 de enero de 1962
-¿Qué ve usted cuando Mescalito lo lleva consigo, don Juan?
-De esas cosas no se habla. No puedo decirte eso.
-¿Le pasaría algo malo si me dijera?
-Mescalito es un protector, un protector manso y bueno, pero eso no quiere decir que pueda uno burlarse de él. Por ser un protector bueno también puede ser el horror mismo para los que no le gustan.
-No quiero burlarme de él. Sólo quiero saber qué hace ver a otras personas. Yo le describí a usted todo cuanto Mescalito me hizo ver, don Juan.
-Contigo es diferente, a lo mejor porque no conoces sus modos. Hay que enseñarte sus modos como se enseña a caminar a un niño.
-¿Cuánto tiempo más hay que enseñarme?
-Hasta que él mismo empiece a tener sentido para ti.
-¿Y entonces?
-Entonces comprenderás solo. Ya no tendrás que decirme nada.
-¿Puede usted decirme solamente a dónde lo lleva Mescalito?
-No puedo hablar de eso.
-Nada más quiero saber si hay otro mundo al cual lleva a la gente.
-Hay.
-¿Es el cielo?
-Te lleva a través del cielo.
-Quiero decir, ¿es el cielo donde está Dios?
-Ya te estás haciendo el pendejo. No sé dónde está Dios.
-¿Es, Mescalito, Dios el único Dios? ¿O es uno de los dioses?
-Es sólo un protector y un maestro. Es un poder.
-¿Es un poder dentro de nosotros mismos?
-No. Mescalito no tiene nada que ver con nosotros mismos. Está fuera de nosotros.
-Entonces todo el que ve a Mescalito debe verlo en la misma forma.
-No, de ninguna manera. No es el mismo para todos.
Jueves, 12 de abril de 1962
-¿Por qué no me dice más sobre Mescalito, don Juan?
-No hay nada que decir.
-Ha de haber miles de cosas que yo debería saber antes de encontrarme de nuevo con él.
-No. A lo mejor para tí no hay nada que debas saber. Como ya te dije, no es el mismo para todos.
-Lo sé, pero de cualquier modo me gustaría saber qué opinan otros acerca de él.
-La opinión de aquellos que se preocupan por hablar de él no vale mucho. Ya verás. Lo más probable es que hables de él hasta cierto punto, y de allí en adelante no vuelvas a mencionarlo.
-¿Puede usted contarme de sus primeras experiencias?
-¿Para qué?
-Así sabré cómo portarme con Mescalito.
-Tú ya sabes más que yo, Jugaste de verdad con él. Algún día verás cuán bueno fue contigo el protector. Estoy seguro de que esa primera vez te dijo muchas, muchas cosas, pero estabas sordo y ciego.
Sábado, 14 de abril de 1962
-¿Toma Mescalito cualquier forma cuando se muestra?
-Sí, cualquier forma.
-Entonces, ¿cuáles son las formas más comunes que usted conoce?
-No hay formas comunes.
-¿Quiere usted decir, don Juan, que se aparece en cualquier forma hasta a los hombres que lo conocen bien?
-No. Se aparece en cualquier forma a los que apenas lo conocen un poco, pero para quienes lo conocen bien es siempre constante.
-¿Cómo es constante?
-A veces se les aparece como un hombre, igual que nosotros, o como una luz. Nada más una luz.
-¿Cambia alguna vez Mescalito su forma permanente con quienes lo conocen bien?
-No que yo sepa.


No hay comentarios:
Publicar un comentario